Beep, beep, beep, beep

Había días en que la niña que fui hacía al menos diez años, esa pequeñaja encantadora que se pasaba los días en casa con la naricilla metida en los libros, me removía la conciencia y me obligaba a comportarme como un adulto responsable.

Beep, beep, beep, beep


Pero hoy no era uno de esos días.


Beep, beep, beep, beep


-¡Ugh! - A tientas, apagué de un manotazo el despertador. Decidí tomarme el día libre.


Es decir, ya era miércoles -el fin de semana estaba ahí mismo-, llovía, y sólo tenía ¿dos?¿tres? clases. Lo mismo es nada.
Observé como la luz se filtraba lentamente por la ventana de mi habitación y los sonidos de la ajetreada ciudad se volvían más intensos. Cuando reuní las fuerzas suficientes, me deslicé de la cama y caminé descalza hasta la cocina. Me serví una taza de cereales y empecé a pensar en el día de ayer.

Facebook. Una página totalmente inofensiva, ¿no? Podías saber de las vidas de otra gente y poco más. Nada de problemas. Venga, hasta mis primos tenían sus propios perfiles...aún sabiendo lo-que-le-pasó-a-la-prima-Justi. Pero entonces tuvo que aparecer ese mensaje. Bope...Amelia, quiero decir. Invitándonos a recordar los viejos tiempos.

Lo que sí recuerdo es a mi madre llorando a lágrima viva, jurando que nunca jamás volvería a entrar en casa un sólo aparato electrónico. Recuerdo a mi padre rompiendo con rabia el CD del juego. Recuerdo...

...a ese tío que no lo recuerdo.


 ¿Qué hacía tirado en el suelo de la cocina?

-¿Mary?¿MARY?-grité.
-¿Mmm?- oí musitar a mi compañera de piso desde su cuarto.
-Hay un tipo aquí tirado...
-Es Jack, el informático...Déjame dormir, anda.
-Oh-más tranquila, miré al extraño- Ey, Jack.

Un hilillo de baba se deslizó por su  barbilla por toda respuesta. Adorable.

Ahora recordaba. Después del mensaje había arrastrado a mi compañera al bar más próximo. Buena música, bebida, qué más da que sea martes, necesito olvidar, olvidar...


Y acabé explicándole toda la historia a un supuesto estudiante de informática que se había acercado a hablar con la buena de Mary.


En ese momento, sonó mi móvil. Lo encontré debajo de un montón de ropa sucia en mi cuarto.
-¿Sí?
-Buenos días. Soy el profesor Rogers. Llamo desde la Secretaría de la Facultad de Filología Inglesa de la Universidad de Cambridge. ¿Podría hablar con la señorita Hightower, por favor?

¡Otra vez no!

-S-soy yo...
-Señorita Hightower, la estamos esperando para su exposición. Lleva media hora de retraso. Si tarda más tiempo tendré que considerar que no se ha presentado y suspenderá la asignatura.
-E...esto...
-Es probable que tenga que hablar con el Decano sobre esto. La Universidad no puede permitirse tener a estudiantes...irresponsables como usted, señorita.

Tragué saliva.
-¡Le ruego que me de unos minutos! ¡Resulta que estoy...en un-n un atasco!-supliqué mientras hacía malabarismos para hablar por el móvil y vestirme a la vez.
-Yo no oigo ningún atasc...
-¡En un minuto estaré ahí!-colgué y rebusqué entre mis notas mi trabajo, mi exposición. Esta vez me había esforzado, era un buen trabajo, era...

Está bien cariño...no te canses demasiado. Nos alegramos simplemente de que estés aquí, con nosotros.
¿Quieres algo de dinero, cielo? Sal a tomar algo con esos amiguitos tan...pintorescos que tienes.
¡Estamos orgullosos de lo que has conseguido! A pesar de...ya sabes, el accidente.


Incluso aunque me echasen de la Facultad, mis padres seguirían "orgullosos" de su pequeña. No lo entendía. Todo les parecía bien. Había un tipo tirado en la cocina de mi piso un miércoles por la mañana. Y les parecería bien, porque al menos era un tipo y no el CD de Mystical Land.


Dejé de correr bajo la lluvia y empecé a caminar despreocupadamente. Sonreí. Aunque llegara tarde, aunque el carca de Rogers me suspendiera la asignatura, todo estaría...bien.

***

Horas más tarde, volví al apartamento. Mr Rogers me había hecho "un gran favor" esperándome y dejándome presentar mi trabajo. Aprobado justito, por cierto. Pero eso me permitiría seguir en la Universidad un tiempo más. 
La vivienda estaba vacía, pero me llamó la atención el brillo plateado de un CD sobre la blanca mesa de la cocina. A su lado, una nota.

"Jack te ha bajado el juego ese del que tanto hablabas ayer. ¡Qué te diviertas! Nosotros nos vamos a tomar algo. ¡No nos esperes!

xoxoxoxo
Mary "

Haz lo que quieras, pero prométeme que no volverás a tocar ese juego.


Tomé el CD con una mano. Sonreí con nerviosismo mientras me lo llevaba a mi cuarto, a mi portátil.

Supuse que, por una vez en diez años, mi familia no estaría...demasiado orgullosa.


[OUT] ¡Arranque de inspiración! Lo siento muchísimo, por un lado tengo una falta de práctica de escribir increíble, y por otro no he leído al completo todos los posts, así que sólo me he atrevido a situar a mi PJ en el "Mundo real" y poco más. Pero ya me he contagiado del vicio de postear, así que ahora sí que sí, contadme como posteadora activa ^^! Espero que haya sido mínimamente decente xD [/OUT]